Actualmente todas las fuentes de generación de energía son necesarias, sin embargo se debe diseñar una hoja de ruta que defina la transición desde el modelo de consumo energético actual hacia un nuevo escenario sostenible, en el que toda la energía consumida sea renovable y limpia.
La Sostenibilidad es posible.
Esta hoja de ruta no es sencilla de diseñar, y menos aún de cumplir. Los objetivos que se definan en ella deben de estar presentes en los planes de desarrollo de todos los países. También se debe reflejar el orden de prioridad de los diferentes objetivos a lograr, para así evitar confrontaciones por la existencia de intereses encontrados. El objetivo general principal debiera de ser alcanzar el mayor estado de bienestar social sostenible para la totalidad de la población.
El consumo de energía está unido al nivel de bienestar alcanzado por una sociedad. Necesitamos que el nivel de bienestar alcanzado por los países desarrollados se extienda al resto de la comunidad mundial e incluso se pueda seguir mejorando, pero este objetivo tiene que lograrse bajo la premisa de sostenibilidad. La raza humana, con los recursos existentes en este u otros planetas, es capaz de crear un estado de bienestar global para todos, basado en un escenario de paz, en el que el desarrollo tecnológico sostenible, contribuya a generar riqueza (bienestar) para todos. Se debe de dar prioridad a los intereses globales, por delante de los particulares (empresas multinacionales).
Para poner en marcha estas ideas, en el campo de la Energía, son fundamentales los conceptos de Autosuficiencia Energética, Integración de Energías Renovables y Generación Descentralizada, entre otros de no menor importancia como pueden ser el ahorro y la eficiencia energética.